Zapateros a tus zapatos, más vale hacer una cosa, que mil cosas mal hechas. Si no sabes de electricidad, no quieras arreglar la falta de luz en tu casa, no sabes poner botones, pídele ayuda alguien que lo sepa hacer- es oficio del sastre-; no sabes pintar paredes o no te gusta hacerlo como yo; contrata un pintor, ¡más vale! Cada quien con su oficio y vocación. Lo barato sale caro, es decir por no querer pagar, nos sale más caro.
La verdad es que todos tenemos una gracia o virtud; hay que aprovecharla, hay que sacarle jugo. Hagamos lo que nos gusta hacer: planchar, hacer comida, lavar, asear la casa, conectar el cablecito del dispositivo, pasar el hilo en el ojito de la aguja. Plantar y cuidar árboles, ser buena compañía, tener gracia al platicar; ser agradable, simpático y entretenido, contar cosas chuscas para reírnos. Decían de don Emilio Azcárraga que para pasar un día ameno y divertido mandaba traer a Silvia Piñal, que es una mujer además de bella: ocurrente, con chispa de gracia en todo lo que decía, de buen humor que alegraba el alma con quien compartía. Todo ser humano tiene una gracia, no hay seres oscuros que por un instante no brillen. Lo que debo hacer es ser yo, expresar ese ser guardado dentro de mí, sin miedo a vivir o ser. Naturalmente que los libros nos permiten ser libres, la cultura oí de un sabio español decir, es la marcha del hombre hacia la libertad. Para tu dicha te doy la clave, sé siempre fiel a tu espejo diario.
Dejemos el ahí se va, hagamos lo mejor lo que sí sabemos hacer, seamos nosotros mismos en nuestra verdadera identidad, digamos lo que hay que decir, apegado a nuestro pensamiento y sentimiento y apegado a la verdad. Vivamos nuestra verdad con gracia y sencillez. Seamos nosotros, no más mentiras, no más laberinto de la soledad; no más que nadie sepa mi sufrir; dejemos ser ese personaje que vive dentro de nosotros. Compartamos nuestros pensamientos y nuestra verdad, seamos libres. Sin mentiras y con moderación y gracia. Feliz día mis amigos. ¡Suerte!
