El rizo de tu vientre es la noche alta
en que me pierdo hasta el delirio...
es el laberinto en que se ensayan
caminos y maneras para morder
el anzuelo oscuro de tus labios;
es el filo de una antigua espada
pendiente sobre la comisura
de una vieja tarea inacabada.
Es la ácida ola corroyendo
metales sin freno, enardecidos;
es la máquina del tren de la lujuria,
es la estación de un pueblo jubiloso