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Fri, Apr

Domingo de Ramos

Istmo
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En Juchitán tenemos 2 panteones- los más antiguos- : Domingo de Ramos es uno, ubicado en el oriente de nuestra ciudad; de ahí una calle larga de Oriente a Poniente que llega al Centro, Efraín R. Gómez, que entronca con 5 de Mayo, antes de subir al puente peatonal antiguo que comunica pasando el río de Las Nutrias, con Cheguigo- Octava Sección-, donde nacieron personajes como el poeta Pancho Nácar; El Trovador del recuerdo, Saúl Martínez y donde está enterrado Adolfo C. Gurrión, aquel que en un discurso en la Cámara de Diputados, le dijera sus verdades al usurpador Victoriano Huerta, asesino de Madero; cuya mano lo alcanzó en Agosto, aquí en Juchitán. Ordenando su asesinato en 1913 en Chihuitán.


También de esta sección es el gran poeta Macario Matus, enterrado en el panteón Miércoles Santo de aquí en Cheguigo. Amigos, el Domingo de Ramos es la entrada de Jesús montado en un borrico blanco al pueblo de Jerusalén, todos lo aclamaban, cortaban ramas de los árboles que tiraban a su paso; las mujeres extendían a su paso sus chales. Era una multitud quien aclamaba a Jesús. ¡Paradójico! El viernes de esa semana lo crucificarían ahí mismo. Por eso es de tener cuidado con la condición humana, que es impredecible.

Nada es seguro, todo cambia, fluye, en un instante ya ni es, el mismo río; ni la misma mano. Sólo que volviendo a la celebración del Domingo de Ramos, cuando fui niño; nosotros los de Cheguigo nos quedaba lejísimo ese panteón; su frente un terreno baldío que llegaba a la calle 2 de Noviembre; ahí una multitud de carretas vacías con sus yuntas de bueyes al suelo masticando su alimento. Y a la entrada del panteón una hilera de mujeres en canastos grandes vendiendo regañadas, otras una variedad de dulces; y otras garnachas y aguas frescas. No había construcciones, era un enorme patio; y una diversión de los niños era subirse a las capillas y ver el tren que pasaba como las 8 de la noche. No era común beber cerveza, ni había Expo ganadero. Era muy bonito, después de que el tren pasaba, las familias volvían a su carreta y emprendían el retorno a casa. Hará unos 50 años observé en Domingo de Ramos que faltaban Taxis para regresar nos a casa. Todo mundo corría al taxi que se desocupaba o llegaba libre. Tiempos aquellos que hoy les recuerdo con agrado; ha habido tiempos felices no todo es como hoy; aun así mañana será un nuevo día. Feliz Lunes Santo mis amigos.

 

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