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Tue, Apr

Las Buenas Intenciones de un Reglamento

Opinion
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El pasado ocho de abril en Sesión Ordinaria el cabildo juchiteco aprobó el Reglamento de Tránsito y Vialidad Municipal de la Heroica Ciudad de Juchitán de Zaragoza, Oaxaca, Reglamento sin lugar a duda necesario para una ciudad como Juchitán.

En el cuerpo de dicho ordenamiento existen artículos muy interesantes y necesarios para el correcto funcionamiento de la ciudad en materia de vialidad, sin embargo, este conjunto de ordenanzas se encuentra muy lejos de la realidad juchiteca porque no se tomó en cuenta para su aplicación el grueso de la comunidad que cohabita con la cultura del bloqueo de calles y carreteras, cierre de oficinas, locales comerciales etc. etc., que obedece a los intereses de los grupos existentes, hambrientos de clientelismo político, que apuestan a la ilegalidad y la anarquía como ocurrió el pasado jueves 7 del presente mes donde la autoridad actuó con la intención de aplicar el Reglamento recién aprobado, sin embargo, bastaron una cuantas horas de bloqueo de calles del centro de la ciudad, para doblegar a la autoridad, y retornar a sus mismos lugares, demostrando la débil fuerza de la autoridad municipal sujeta a intereses cien por ciento electorales.
En esta vieja comunidad se ha perdido el principio de autoridad desde hace mucho tiempo, principio elemental para la aplicación correcta de la Ley, en su mayoría provocado por los mismos grupos que cogobiernan el municipio y que sirven en las jornadas electorales como elementos sustanciales de control que permitan triunfos.

Editorial Reglamento Juchitan Oax
Esto provoca la difícil aplicación del Reglamento recién puesta en marcha y que con toda certeza se encuentra condenada al olvido, sumando a estos obscuros augurios el poco tiempo de vida útil que le queda a este gobierno, escasos seis meses donde les preocupa preparar su retirada y no la aplicación de este Reglamento, de buenos deseos y buenas intenciones, que desafortunadamente llega a destiempo y con grandes obstáculos que debe saltar.
Es destacable la buena intención de un Reglamento Vial ambicioso como el de las grandes ciudades, sin embargo en Juchitán cohabitan más de dos mil mototaxis que se pretenden ordenar, y un número mayor de mototaxistas acostumbrados a imponer su Ley, más de un centenar de taxis y taxistas que por todo y nada obstruyen la vialidad, donde diariamente se realizan más de veinte “pachangas” que obstruyen las calles, donde el mismo Ayuntamiento no ofrece el servicio de limpia (barrido y recolección de la basura), donde un gran número de personas construyen tirando su escombro en la vía pública, donde el embanquetado de la ciudad es una locura y obliga al peatón a usar el arroyo vehicular, donde muchas personas cercan la banqueta frente a su vivienda. Por estas pocas razones y otras más, difícilmente es aplicable este reglamento, que sin duda es de buenas intenciones y de grandes sueños.

 

Senado de la república