Ayer martes el PRI nombra a su presidente del Comité Ejecutivo Estatal en Oaxaca, designación que recayó en Eviel Pérez Magaña, esa denominación desenterró sentimientos encontrados que se estaban sepultados aparentemente, pues quien pone las piezas del ajedrez político en Oaxaca en este momento es José Murat y, Eviel Pérez Magaña lleva el sello inconfundible de Ulises Ruiz Ortiz, eso es lo extraño del caso y lo raro del ambiente es que José Murat con los amarres que definió con Sesul Bolaños, líder estatal del partido en el poder (MORENA) acomodaron piezas que garanticen el triunfo al tricolor en los distritos que al PRI le convenga, este juego anunciaba ya un reparto de los municipios y diputados en las regiones y el Congreso que beneficiaran a Alejandro Murat en próximo año que toca dejar la gubernatura. La llegada de Eviel Pérez Magaña no oxigena al PRI por el contrario su halo de derrota que trae Eviel, transmite fracasos y decepciones, porque un perdedor que no supo ganar su candidatura, no podrá ni garantiza el triunfo de sus representados, porque la derrota será siempre su carta de presentación, y eso es lo difícil de entender porque José Murat permitió la llegada de Eviel como líder PRI estatal, cuando ya todo estaba planchado.
Particular interés se observa en el distrito local juchiteco donde la aspirante de MORENA es una perfecta desconocida y analfabeta política en los quehaceres legislativos, aunque es preciso destacar que la inmensa mayoría de las propuestas a diputados corren por el mismo camino del desconocimiento de sus funciones como legisladores en caso de ganar y potencialmente se convierten en improductivos, que en la brevedad se convertirán en una pesada carga presupuestaria que daña y lastima a todos. La designación de Reyna Victoria fue un juego político perfecto que mato dos pájaros de un solo tiro, por una parte desarticulan a Alberto Reyna Figueroa, quien iba en una actitud beligerante para traerse un hueso a favor de su grupo, cuando MORENA no definía su candidato en Juchitán, esa determinación entre Sesul y Murat contribuyo a destrabar el caso de Juchitán que se encontraba empantanado, pues Gloria Sánchez López exigía la candidatura de Juchitán, que no era nada sano para MORENA debido a la ola de corrupción y entredichos que arrastra. Emilio Montero Pérez se había ido, dejando la difícil solución a Sesul, sin embargo esto permitía abrir el camino para que Christian Hernández Fuentes asegurará su triunfo como candidato del PRI, a pesar de que su campaña no levanta y no encuentra un eje en la cual trazar su caminar hacia la diputación. Reyna Victoria o mejor dicho Alberto Reyna se emocionó con tener esa candidatura y no imagino que con este movimiento se apartaba de la posibilidad de saborear las mieles del erario público. Reyna Victoria vive ahora la obligación de hacer campaña sin dinero y sin estructura, alejando a Beto Reyna del erario que deja descobijado a todo su grupo, porque ya no habrá presupuesto para mantenerlos y lo último que le queda es aliarse para poder sobrevivir este largo estiaje que lo está llevando a la desaparición.
La ambición desmedida de Manuel López Villalobos está llevando al traste la incipiente estructura política de Héctor Pineda, pues el hombre orquesta mueve las cosas a su antojo y de acuerdo a sus conveniencia, la novates de Héctor hace que se lo coman vivo los dinosaurios que lo rodean que, ahora se suma la voracidad de su primo Manuel López Villalobos quien antes de ganar la elección reparte al mayoreo puestos y muestra su influencia anterior del grupo de MORENA. Ahora quien lo podrá parar.